Te Cortaría en Mil Pedazos : relatos, historias propias. Resucitandote en cada historia. | Weblog de Cristian Sena

Mordió sus labios, cerro los ojos y toco el timbre. Temblaba, cobarde, temblaba.
Pensó en correr, en… no sé, fingir un dolor de muela, de panza, de lo que sea y correr. Cerrar el capitulo y simplemente... correr.
Rogaba que no este, tiritaba y no de frío, miraba el piso, fumaba, sentía sensaciones de primer amor, fugaces, planeo toda la semana la huida, el escape a su rutina.
Había llegado hasta ahí, pero él seria capaz de correr, una fuerza mayor lo retenía, después de todo, el mundo seguía girando, la gente seguía corriendo bajo la lluvia, los autos humeaban la avenida, y sus miedos... estaban haciéndole compañía.

Y que decirle cuando habrá esa puerta, por donde empezar, refregaba sus manos, esa maldita manía de mirar el piso, su caminata lenta arrastrando los pies, ponía sus manos en su cintura y susurraba en voz baja “esto es una locura”, pero ya estaba ahí.
Sintió el ruido de la llave en la puerta y el corazón se detuvo, miraba fijo el picaporte, todavía tenia tiempo de correr.

Ya no quería mentirse más, ya estaba harto, quizás eso sea lo que la vida le puso en su camino, posiblemente era esa su recompensa después de tanto sufrimiento, el amor, o tal vez, se echaría a correr.

El no es un buen amante, pero le encantaría aprender.

A su alrededor; una señora, muy bien vestida, él, educado, intento saludarla, pero no pudo, su voz se quebró, y esas ganas locas de llorar. El ruido de los tacos en el pasillo le provocaban la misma sensación que generan los relojes que se encuentran en las mesas de exámenes. Y solo pensaba en correr y sus miedos... se llego a preguntar si podría vivir sin miedos.
Pero ya estaba ahí, el picaporte bajaba en cámara lenta y él cerraba los ojos, y por fin los abrió, y se paro derecho, saco pecho, y ya nada le importaba, todo comenzaba a pasar más rápido, ya no temblaba, estaba firme en el zaguán.
Y esas ganas de correr eran pasado y no podía entender que estaba pasando, comenzó a desconocer su organismo, y ya dudaba si era él, aquel que estaba ahí, practicaba en voz baja, formas de saludar, repetía el alfabeto una y otra vez para no trabarse en ninguna palabra, y rogaba que todo salga perfecto.
Y el picaporte ya estaba abajo, y la puerta comenzaba abrirse muy despacio y sus miedos... sus miedos ya no estaban y él era feliz por que estaba solo, y la presión y la caída de su cigarrillo no lo inmuto en lo más mínimo, ni siquiera se fijo, es que la puerta se abría cada vez más, piso el cigarrillo.

Y la puerta se abrió.

Si ustedes supieran la cara que puso él al verla. Todo encajaba perfecto, dio un paso, cerro los ojos y la beso. Directamente, sin previo saludo, sin abrazo, sin nada de lo que estuvo planeando, solo la beso. Pensó que tendría que dejarla hablar, se preparo para el cachetazo, para lo peor, separo sus labios, pero ella lo volvió a besar, y ahí comprendió que el silencio lo era todo.

Paso su mano por la espalda hasta abrazarla de lado a lado, con su otra mano rozaba la piel de su mejilla, tocaba su pelo, y el amor... y sus miedos... también la besaban.
La apretó a su pecho y acerco sus labios al lunar que estaba justo encima de su boca, pero no se resistió a su perfume y le beso el cuello, no podía dejar de tocarla, para él nada era real, sonreía, y por fin poso su cabeza y cerro sus ojos en su hombro.

Y los tacos cada vez más cerca, y la señora nuevamente, aunque esta vez, logro saludarla, hasta se animo a decirle, que era el hombre más feliz del mundo.

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Voy a confesar algo; yo siempre quise ser del interior y ser mujer. Nacer con 23 años, ser inocente como son todas las minas de pueblo, esas que tienen como una especie de aura, o algo que las hace simpáticas si o si. No conozco mina del interior, que no sea a priori media pelotuda. Pero tranquilos que el pelotuda este va con amor.
Así quería ser, tener el pelo un poco largo, un flequillo ordenado, dos ojos bien grandes color miel, una boca sutil, ser flaca, casi no tener tetas y de esta forma volverme inmune a los pajeros.
Ser simple, así quería ser yo. Vivir sola en un departamento, tener mi taza preferida, desayunar yogurt a la mañana, usar ropa liviana, polleras, lavar y cuidar a los repasadores para que no agarren olor, tener la heladera llena de botellitas de agua, usar pijama de adolescente, ponerme colonia de bebe, comer helado y sentirme una lechona, fumarme una caladita de porro de vez en cuando, pero eso si, siempre de mi planta que está situada en la ventana de la cocina.

Trabajar de lo que toda mujer flaca y joven trabaja: administradora, recepcionista o secretaria de algún vejete que ya no se le para pero que a si mismo con una sonrisita le sacas todo.
No tener novio, deambular por las estaciones de subte, sacar fotografías, mirar el cielo, que feliz seria si yo fuese joven y apenas linda.
Sentir el aire en la cara, cerrar los ojos al tomar coca-cola, pasearme por las plazas a media tarde e ir cambiándome de banco al finalizar cada capitulo del libro que este leyendo.
También iría a museos, aprendería guitarra, mi familia estaría allá en el pueblo, acá solo tendría un puñado de amigas totalmente arruinadas por el consumo de la moda, y por los placeres de la noche de la ciudad. En cambio yo, mientras ellas salen de shopping, estaría con mi termo y mi mate, sentada en la puerta del departamento contando los autos que pasan frente a mí. Observando a la gente pasar e imaginándoles una vida mejor. Contagiándome cada bostezo que pueda observar.
Solo extrañaría algo que nunca sabría que es, y en las noches en que realmente me sienta sola, lloraría, tan simple como eso, lloraría, como toda mujer, lloraría por tristeza, lloraría de alegría, hasta lloraría por las dudas.
Seria sensible y viviría emocionada, percibiría los sonidos de las hojas en otoño cuando se desprenden del árbol. Aspiraría en cada mañana el aroma de la primavera y por sobre todas las cosas, sentiría como acaricia el viento mi alma.
Yo solo quería ser mujer y estudiar actuación en la gran ciudad. Conocer nuevas experiencias y personas, llevarme algún que otro recuerdo, pero saber que a esta vida la viví.
Tener el acceso a la facilidad de las cosas por el solo hecho de ser mujer. Por tener labios delicados, por mis ovarios, por ser elegante, por soñar cosas efímeras. Tan solo para que al caminar los hombres girasen para seguir viéndome, por eso quería ser mujer.
Para saltar, cantar, sonreír y llevarme al mundo por delante.
Para llorar con una película de amor, para estar completamente loca.
Mujer soy, y loca… loca también.

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Espero que les guste la nueva cara del blog. A mí personalmente me gusta, me hace acordar a como comencé. Cuando cree mi primer blog en wordpress.com utilice una plantilla similar a esta. Obviamente, no podía modificarla entonces eso me obligó a mudarme a blogger. Dejando allá miles de comentarios y posteos, que de a poco con el tiempo los fuí trayendo.
Hace muy poco blogger puso disponible la opción de importar blogs de wordpress, estube tentando hacerlo más que nada para rescatar esos comentarios que eran muy lindos. Pero se me iban a mezclar todas las historias, este tenía otra estructura en pocas palabras, no iba a quedar bien.
Aquellos que entran por primera vez y se encuentran con este diseño, el diseño del blog anterior está si pulsan en leer más. Lo cuelgo así también queda de recuerdo.
Siempre que tengo algo que contarles, aprovecho para agradecer la buena onda que tiran, me es increíble saber que siempre hay alguien leyéndome, anonimamente, tímidamente, otros comentando, es tan placentero realmente tener lectores así. Que es también una de las razones por la cual comparto mis textos con ustedes, por que aunque no lo crean, cuando no comentan los extraño, sonará raro, pero les tengo aprecio. Y sé que no estoy solo, bah, que no estamos solos.
Nuevamente, espero que les guste, que se puedan acostumbrar rápido. Yo creo que la lectura es más clara.
Ya saben, pueden contar conmigo para lo que necesiten.
Feliz día del amigo para todos. Espero que lo pasen muy bien.


Problemas, sugerencias, comentarios, son todos bienvenidos.

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Parte 3 - Final
La vieja

¡Ay hijo, puede ser que nadie ordene acá, mirá, que hace esta revista en el piso! tu padre parece un nene, se queja por todo, a ver si venís a poner un poquito de orden, recién decía que el café era feo, y más vale que es feo, es de hospital, que se piensa este.
Hoy le dieron el alta a tu compañero de habitación, él estaba igual que vos, ¿Sabias?, pero se recupero, y al poquito tiempo ya entro en rehabilitación, macanudo el chico, me dijo que cuando vos estés mejor, él te va a venir a visitar, por que él decía que a la noche, no se sentía solo, por que estabas vos, y que a pesar de que los dos estaban iguales, ambos se hacían compañía.
Cuando vayas para casa, fíjate que en nuestra cuadra, hay una sorpresa, que no te puedo adelantar nada por que los chicos son cómplices, y yo quiero que sea sorpresa.

Te tengo una mala noticia hijo, hoy se me cayo el celular de tu padre y lo rompí, igualmente no lo usaba, te comento así cuando salís de acá no te perdes de nada, y es igual que si estuvieras en casa.
Los chicos sacan un demo, con tus grabaciones, creo que se les dio estaban como locos por venir a contártelo, pero solo pasan familiares, lo de Laura es una excepción por que le dijimos que era tu prima igual los médicos no son zonzos, pero nos dejaron que ella pueda entrar igual, yo les traigo facturas todos los días, así ellos te cuidan mejor y también es un agradecimiento.
El otro día pensaba hijo, ¿No querés que te ordene el cuarto?, por que la verdad, que es un bolonqui, yo no se como vivís ahí, igual, no toque nada eh, te juro, se que te molesta que entre a tu cuarto, lo mire de la puerta nomás, tu viejo es el que pasa más tiempo en casa, si, aunque no lo creas, esta de amo de casa, ¡tenes que volver urgente! así te reís conmigo, es un desastre, el otro día hizo la cama, y puso la sabana al revés, puso primero la sabana y después el cubre colchón, cuando nos acostamos parecíamos una empanada, una locura, pero es tan tierno hijito, tu papá es tan valiente, aunque se queje, yo lo amo mucho al viejo, y él te ama hijo, no sabés cuanto te ama y cuanto te extraña. Tenés que estar internado más seguido, se hace más humano el viejo, si me escucha me mata, pero bueno, no quiero ser tan dramática, ni aburrirte, se que a esta edad los papás nos volvemos aburridos y densos.
Ojo con Laura eh, mirá que esta muy muy pegoteada a vos, no sé que estará pensando esa chica, pero a mí todavía no me oficializo ni me comentó nada, esta así como demasiado preocupada por vos, yo no se si a esa chica le gustas o ella gusta de vos, pero igualmente la flaca es buenita, tiene como un ángel ¿no?, yo creo que por ahí hacen buena pareja, ya se, ya se que no te gusta que hable de mujeres con vos, y que nunca me contas tus cosas, pero bueno che, soy tu madre.
Dame tu mano, ahí esta, sentís mis caricias hijito, a ver, hagamos un juego, yo te pregunto algo y vos me respondes, moves un dedito, abrís los ojitos, o algo y ahí yo sabré la respuesta.

¿Vos vas a salir de esta no?

No mi chiquito, no me lagrimee que me parte el corazón.



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Parte 2
Laurita

Hola Mau, bueno, hoy traje una canción sola, por que se me rompió la impresora, y no pude sacar la otra y tampoco quería repetir, además si la escribía vos sabes que mi letra es re fea y después seguro que no me la iba a entender, siempre que escribo nerviosa después no entiendo nada, traje “un poco de amor francés” pero te la canto antes de irme por que sino me da vergüenza, soy re tímida, seguro que vos lo estas disfrutando guacho, por que siempre me hacías pasar vergüenza, igual te confieso que me encanta eso.
Solo por esta noche, te voy a decir algunas de las cosas que me gustan de vos, pero por hoy, por que después me vas a contar vos lo que te gusta de mí. Sino no tiene gracia.

Arranco, a mi por ejemplo me gusta cuando venís al colegio y me decís que estas cansado, y también me gusta pelearte y no entender como podes estar cansado cuando recién te levantas, ¿De verdad estás cansado?, encima, tu vieja me dice que vos dormís un montón. Yo no me explico.
Otra cosa que me gusta, es cuando me preguntas en el quiosco si quiero algo y aunque te responda que no, me compras algo, no sé, calculo que pensaras que soy una estupida que no sabe que comprar cuando va al quiosco, pero en verdad no quiero que gastes plata o me compres chocolates, ¡ay, pero cuando lo haces, me volves loca nene!.
Y lo nuestro es re loco, Mauri, por que vos si te pones a pensar, hace como cinco años que nos conocemos, y somos súper amigos y nunca nos zarpamos ni nada, yo nunca tuve un amigo tanto tiempo, generalmente me duraban menos, por que siempre al final se terminaban confundiendo los tantos y bueno, todo terminaba mal o nos terminábamos distanciando, pero con vos es todo diferente.
Igualmente, es lo que yo pienso, capaz que estoy equivocada, y nada que ver, igualmente por ahí podríamos que se yo, no sé, salir un día, ir a cenar, pero no se como explicarte, de otra forma, no como vamos siempre, aunque no lo creas, me estoy poniendo colorada, y me da un poquito de vergüenza hablar de esto, pero creo que me gusta estar con vos Mau, es como que me haces bien, por que hoy, por dar un ejemplo, rendí mal Matemática, sí, la vieja me desaprobó, por que me decía que tenia la carpeta incompleta, desprolija, yo le dije que tenia un par de quilombos, pero ella ni mosqueo, me desaprobó, pero lo importante es que yo te veo a vos y me olvido de eso, ¿me entendes?, es como que vos me das paz, algo raro, como que todo gira entorno a vos, y es re maravilloso que pase algo así, yo no se si a vos te pasara lo mismo.
A ver, yo ahora te agarro la mano, si vos me vas entendiendo me apretas o moves algún dedito o algo, dale, ahí va...

Bueno, no importa igual, soy re cargosa, discúlpame, bah, ya me conoces en realidad, pero bueno, cuando salio tu viejo me dijo que te cuente lo que hablé con él.
Y te cuento esto, te leo la canción y me voy para casa, por que ya es muy tarde. Yo le decía a tu viejo, que vos eras re buenito conmigo, y que, nada, eso, que vos eras bueno y que capaz que me gustabas un poco, y que no sabía si decírtelo, entonces primero se lo dije a él, no que me gustaba él eh, que me gustabas vos. Y bueno él me dijo que por ahí vos quisieras saber eso, entonces yo ahora te lo digo, y sí, me gustas, mucho, y te amo y perdóname si me pongo mal, pero no es que lloro por tristeza ni nada, lloro porque te amo y quiero verte bien, Mau, entendes, yo quiero que vengas conmigo a la plaza, no sé, viajar en ómnibus, andar en bicicleta, cualquier cosa Mau, yo te amo y me cuesta horrores cantar estas canciones y todo, pero quiero que sepas que no estas solito, que yo, los chicos y tu familia están esperándote con los brazos abiertos, como antes.
Te digo la verdad, me voy un poquito más aliviada, como que me saque una mochila re grandota de encima, y eso, que te quiero mucho mucho mucho y que nos vemos mañana, ¿Si?, cuídate bebe.



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