Las personas se alegran de conocer a otras personas. Es algo único, el momento irrepetible, el día, el lugar, la hora justa, en resumen, la mirada que detiene todos los miedos y congela el pulso. Terremoto en nuestro interior, y esa fuerza por resistir a la sonrisa que nos delata e intentar ocultar toda señal que aquella persona pueda interpretar como un lance, en fin, la idiotez de no poder ser libre, en fin, la poca valentía el miedo a perderlo todo. A perder nada, pues, ¿Qué hay para perder?, es lo que me pregunto hoy si son miles las personas, filosofía de bar, y café frío (dos de azúcar, por favor).
Una persona hoy es feliz. Otra persona hoy sonríe y se alegra, también son felices. Ellos no saben que son las próximas victimas, que no entenderán el porqué de su alegría, son las que el día de mañana lamentaran su partida, su alejamiento.
Porque las personas, definitivamente, siempre se alegran de conocer a otras personas.

Ayer te vi, recordé el día en que me decías que teníamos que volver, que todo seria diferente que esta vez me entenderías, que esta vez te quedarías conmigo.
Evitamos hablar de aquella disociación de corazones, sin dudas, somos buenos actores, jamás se hizo alguna referencia a ese hecho. Lo mal que hicimos, le restamos importancia. Eso detono en nosotros una falta de interés enorme, por que al llegar a casa me llamaste y me dijiste que seguía igual, que era increíble que siga igual, y fue ahí cuando dijiste que no querías verme más, que te disculpe, que nunca tendríamos que habernos visto. No me sorprendió, a decir verdad.
Sin embargo yo te pregunto si recordaras ese día, lo mal que estaba, hasta deje mi abrigo, era una mañana apagada, me fui sin saludarte y con las penas en mi morral, escape del mundo, caminaba por inercia, buscando una señal, algo que me diga volver, con el celular en la mano, camine, camine y camine.
Y ahora, mírame, se que donde digas “A”, volveré como un idiota; aunque jure que te olvide, no lo puedo hacer, todavía creo en tus palabras, aunque ya nadie crea en vos.
Sos tan astuta, por algo no me quise involucrar demasiado con vos, como siempre hago con cualquier mujer, se que algún día llegara esa mujer en la que mi vida quede en sus manos, y la de ella en las mías, eso es amor. Y tengo miedo.

Estamos tan desprotegidos, tan solitarios, pensar que las horas eran nuestras, que el mundo no importaba, ¿Que va hacer de vos?, escucho muchas cosas, te están arruinando, no sabes lo que la gente piensa de vos, dirás que no te importa, pero se que te importa, tendrás la tentación a un paso de tu boca, no quiero verte mal, pero otra vez me mentiste.
Ya caíste una vez, ¿Por qué no volverías a caer otra vez?, los seres humanos somos la única raza que no aprende de sus errores. Siempre buscamos la forma de hacernos daño para entender que las cosas están mal. Y sin embargo vos desafías al destino con una soltura envidiable, fingiendo estar loca, fingiendo una vida, si por querer ayudarte te perdí, ¡al carajo!, si por pensar que ayudándote serías mejor persona, si busque tu bien y descuide el mió, si te mentí cuando tenia miedo, fue para que vos vivas segura, si escribí cien historias pensando en vos, fue por que quise cuidarte para que estés eternamente conmigo.
¿Traumas de Ex’s? ¿Padres divorciados? ¿Malas juntas? ¿No importa lo físico? ¿Lo que importa es lo de adentro? ¿Jamás te olvidare? ¿Te amo? ¿Te extraño? Caí en un mundo en donde ya no quedan personas buenas. En donde hablamos diferentes idiomas en una misma lengua. En los pueblos que habitan las personas sin amor.
Germinare infancias para un futuro mejor. Buscare el sol en cada mañana para sentir que estoy vivo. Escribiré poemas que jamás publicare. Cantare en la ducha. Llorare acostado en mi cama cuando escuche nuestra canción. Leeré cartas y me importa un carajo si mi vida girara entorno a tu recuerdo. Soñare pesadillas unos días más. Sonreiré cada vez que suene el celular. Pintare paredes esperando tu regreso.
Te dejare frases por debajo de tu puerta.