Te Cortaría en Mil Pedazos : relatos, historias propias. Resucitandote en cada historia. | Weblog de Cristian Sena

Odio los lunes. Son todos iguales, aburridos, luego de un típico Domingo, arrancar un Lunes me genera más tristeza. Hoy no voy a ir al colegio. Me quedare en casa, ya se me ocurrirá algo para levantar un poco el animo.

Sentado en este banco, con las manos heladas, miro por la ventana. El profesor hablándome de una historia que jamás viví, el hipócrita la cuenta como si él la hubiera vivido. Habla de los monos, como progresaron, dice que antes no tenían educación, ni colegio, ni nada. Que todo lo aprendieron por sus vivencias, entonces se me viene a la cabeza preguntarle, ¿Para que venimos al colegio?. Ya sé su respuesta. Entonces obvio esa pregunta, y a lo lejos puedo ver como una ventana marrón se habré del edificio del frente. Esa ventana que nunca se abrió, se abre. Quizás de ahí salga alguna mina que me haga señas para que me fugué con ella.

Odio los lunes. Encima esta casa es horrible. Genera asfixia, depresión, la única ventana que da afuera, me muestra un paisaje del cual me quiero escapar. Da justo enfrente de un colegio, desde acá se puede ver a dos nenes mirando mi casa. Riéndose, se están riendo de mi.
De mi aspecto, de mi tristeza, ellos se ríen a carcajadas, disfrutan verme así.

Y es una mina, un amigo me dice un chiste, del cual no puedo dejar de reírme y dudo que logre olvidar, es más o menos así; “Suena el teléfono y atiende un tipo, “Hola”, “Hola Alfredo ¿Cómo andas?, soy yo el Dr. Suárez”, “Ah, ¿Qué dice doctor?”, “llamaba para decirle que tengo dos noticias una buena y una mala” “Bueno, arranque por la primera”, “Le queda un día de vida, sus análisis dieron ese resultado, posee una enfermedad que mata en 24hs.” “¿Y la mala?” pregunta el tipo, “Que desde ayer lo estoy intentando localizar”.
Solo el humor negro puede sacarme una sonrisa, y no sé por que.

Odio los lunes. Un solo lunes recuerdo haberlo pasado con alegría. Un poco feliz, para navidad, mi padre me regalo un rifle. A mi siempre me gustaron las películas de guerra, lo más probable es que termine anotándome en el ejercito o trabaje para la policía. Por que me apasionan las armas. No es muy común que a las chicas les guste eso pero a mi me encantan. Cuando mi padre me llevaba a cazar él se sorprendía por mi puntería, y yo me sorprendía por la sangre, sin duda, tiene un color único, me fascinaba ver la chorreadera de sangre que dejaba el animal, delatándose. Si hay algo que no se puede ocultar es la sangre, te va marcando un camino hacia su cuerpo muerto. Con un agujero en el pecho. Solo, agonizando.

Es una chica rubia, muy bonita. Debe tener mi edad o un poco más. Me pongo serio y trato de mirarla a los ojos, espero ansioso una seña, un saludo, algo.
No me atrevo a saludarla. Pero tampoco puedo dejar de mirarla.
El profesor sigue hablando, mi amigo se da vuelta y yo sigo ahí, como un tonto, mirándola.
Ella también me mira, pero no hace nada. Solo se toca el pelo y balbucea algo, debe estar cantando, se aleja de la ventana y ya no puedo verla más.

Odio los lunes. Odio que la gente me mire como un bicho raro, como si yo no fuera una persona más. Son cosas que realmente me ponen muy nerviosa, y por momentos no se como actuar. No se que hacer y mucho menos que decir. El chico del frente fija su mirada en mí. Yo lo miro por el miedo que genera la tensión de esa situación, no sé si me va atacar, o que va hacer.
No me pienso quedar de brazos cruzados, no pienso tolerar que alguien me atormente así. Me alejo de la ventana y camino unos pasos hacia el ropero, ahí esta la solución. Es ese rifle el que va hacer que el chico deje de mirarme, que deje de insultarme.
Vuelvo a la ventana y desde un rincón saco el caño. Me aposto ahí, y lo mido.

Espero que salga. Si vuelve a salir, dejare de ser tímido por una vez y la saludare, si total no tengo nada que perder.
En una punta de la ventana se ve salir un caño, una especie de telescopio que apunta hacia mi. Presiento que estoy siendo observado por ella. Que es tímida igual que yo, quizás le guste. No lo se, yo me acuerdo del chiste y vuelvo a reír como un estupido.

Odio los lunes. Y el chico este no deja de reírse de mi. No es mi culpa. Yo no quiero ser así. Apunto y vuelvo a medirlo con la mira, el tiro será directo a la cabeza, caerá rendido en el banco, luego dejara una marca con su sangre hasta deslizarse al piso.
Nunca me enseñaron a comprender a las otras persona. Mis padres piensan que soy una chica feliz, que la vida me sonríe, que soy como los escuche decir a otros padres “Una chica de oro”. Pero yo no puedo tolerar que se rían de mi. No, no puedo.
Disparo, el sonido se repite en un eco precioso. La bala esta en camino, por el ruido el chico mira, le da directo a la frente, lo vuela para atrás. No deja ninguna marca, más que la mancha en la pared del fondo.
Todos gritan, al mismo tiempo comienza a sonar el timbre del recreo, opaca todos los gritos. El profesor se acerca ayudar, también le puedo dar en un hombro, cae al piso. Ya nadie pasa por la ventana.
Los chicos desde adentro del aula, piden auxilio, el patio se llena de niños, comienzo a disparar a ellos.
Son ocho nenes los que ahora están tirados en el patio. El director se tira encima de uno de ellos. Le pego en la espalda, muere al instante.
Todo es un desastre, ahora soy yo la que sonríe. Hay mucha sangre dispersa por todo el patio. Muchos llantos, ahora soy yo la que se ríe.
Sin dudas, esto logro levantarme el animo de un día Lunes. Odios los Lunes.
No me gustan los lunes.

*Inspirado en una historia real de Brenda Ann Spencer.

6 Comentarios:

# Anónimo dijo...

...Chàn.!!...Por eso no hay que burlarse de la gente;uno no sabe de quien se esta burlando.!


esta bueno me gusto.!

besos
paulita

# Matías Mugione dijo...

mmm que buena idea

# ciclo365dias dijo...

Buena historia. Sobre todo el chiste del doctor me ha gustado mucho: me partí de risa. Saludos

# Anónimo dijo...

En partes habla en 1º persona como si fuera una mina y dps un vago...
(O eso me parecio a mi)
O hay algo q no entendi
Pero fuera de eso...
este blog es adictivo
besOs!

# Cristian Sena dijo...

Paulita: Gracias por el comentario y la buena onda, es así, nunca hay que burlarse de la gente. Un saludo.

Matías Nicolás Mugione: Gracias me alegro que te haya gustado. Un saludo.

ciclo365dias: jaja gracias por el comentario. Me alegro que te haya gustado la historia. Un saludo.

PatIn: Gracias por la buena onda. Sí, en esta historia hay dos personajes. Espero que sea una adicción sana. Un saludo grande.

# Anónimo dijo...

Estaba en Escrito con Sangre y entré en el post de Brenda Ann Spencer para acordarme del nombre la canción de Boomtown Rats, en fin, leí un par de comentarios y vi que pusiste que habías escrito una historia inspirado en ese caso y la verdad es que valió la pena entrar. Está muy bueno! Me encantó.

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