Te Cortaría en Mil Pedazos : relatos, historias propias. Resucitandote en cada historia. | Weblog de Cristian Sena

—Pasa —Me dijo, señalando hacia el interior de su departamento
—¿Qué querés? —Comenzaba a enojarse, creo que le irrita mi presencia
—¿No pensás hablar? —Me volvió a preguntar, habla tan rápido —¿A qué viniste? —Me gritó
—Listo, andate —me dijo.
—No tengo tiempo para tu tartamudez, ni ganas de estar viéndote ahí parado, con tu cara de inocente, de víctima, no tenés sangre, no tenés sangre —Se fue como maldiciendo para adentro pero en un instante se volvió a dar vuelta, comenzó a dar vueltas caminando, entro en crisis.
—¿No pensás decir nada? —Ya estaba más histérica que nunca.
—No —Le respondí
—Por dios te lo pido, ¡Andate YA!

Y me fui.
Si supiera que solo necesitaba verla, si supiera que necesito oír sus gritos, si supiera cuanto la amo.

Cuando una mujer te olvida, te olvida para siempre.

Escrito el 30 de Septiembre de 2007

Seguir Leyendo...


No estábamos enamorados, hacíamos el amor con un virtuosismo desapegado y crítico, pero después caíamos en silencios terribles y la espuma de los vasos de cerveza se iba poniendo como estopa, se entibiaba y contraía mientras nos mirábamos y sentíamos que eso era el tiempo.


Rayuela - Julio Cortázar

Seguir Leyendo...

Y de pronto, tus piernas no pesan lo mismo y el suelo no cambio, pero ya te cuesta más caminar. Y en los bares en donde vos eras el que saludabas ya no hay rostros conocidos.
La calle nos miente a cada instante.
Tus vecinos ya no están, tomarte una cerveza te apuñala y la resaca te despierta con vómitos corrosivos.
Ya no existen más los vinos baratos, ni las salidas “de cabeza”, ni siquiera las plazas que solían ser tan hospitalarias.
La infancia no fue gratis, ahora de grande lo comprendí. Todo el despilfarro, lo empezamos a pagar. Y salir a tomar aire, es realmente necesario.
¿Dónde quedaron los deseos y el “yo cuando sea grande...”?

Los trenes se mueven más lentos que de costumbre y el tiempo pasa monstruosamente rápido. La lluvia te da seguridad y te acompaña en soledad.
Nos elevamos sin saber que algún día comenzaríamos a caer. Allá se quedó el mar, aquella promesa de volver, cada día esta más lejos.
Amigos, amigos eran los de antes, ahora, tan solo nos quedan un puñado de verdaderos amigos y “conocidos” nos sobran. No hay espacio mental para conocer nuevas personas. Vivimos encerrados en una decepción constante.
Nos quedan un par de estrellas fugaces, algún mes de enero, quizás dos o tres empujones, alguna mirada certera al corazón, y tal vez, tal vez nos quede un atajo hacia el amor.
Y sin embargo, alguien me espera con un cálido abrazo al caer la noche. Y sé que algún día todo desaparecerá.
Jamás vuelvan a decirme que todo sigue igual.

Seguir Leyendo...

Todo el día tirada ahí en la cama, borracha, con un vodka de Cortázar, que te ilumina y te hace sentir viva. Que al leerlo, lo escuchas en tu oído, relatándote la hermosa y dulce mentira que te cautiva en los días de plaza sin sol, de oxigeno compartido, de esos “dicen” (mentiras tan verdaderas).
Con el pulóver verde gastado, con olor a lluvia, tu pollera de jean, las medias de red negra, las sandalias con el moñito rojo, y esos ojos bien delineados con violeta, con tu pelo tan típico y tan común en vos. Los gatos dueños de tu casa, testigos de tus mañanas con resaca, de tus tardes de aburrimiento suicida.
De las peleas por teléfono, del sueño no encontrado, de las noches compuestas de llantos y berrinches.
Todo se llena de humo (inclusive tu piel, ya manchada), todo se silencia, pero el silencio es perturbador, como si un grillo se metiera en tus sesos y no dejara de sonar.
Las corridas, las fotos en blanco y negro, el té, la pasión por la sangre, los colores intensos, el almohadón en el piso, los libros en la repisa. Mis sueños en tus oídos, todo aumenta hasta explotar.
Así comenzaba a quererte, esa sensación de conocerte, de alejarme de vos. Cada día que sentía tu querer, yo me alejaba, una fuerza extraña me impedía verte como antes.
Yo que no puedo salir de mi encierro idiota y vos acá, sola, buscando un lugar en el mundo, mil veces me dije a mí mismo, me pregunté ¿qué diablos hacías acá?

Que más daba, total ibas a salir sola, siempre hacías lo mismo, esa maldita necesidad de ser observada por cualquier persona, ese gusto extraño de la belleza interior, “la locura constante que nos hacia auténticos”, y tus visitas a los hospitales.
Los dolores ficticios, los deseos ajenos, el querer robar libros a toda hora, no saber distinguir entre la basura y el objeto en si, con función y uso. Todo sirve, y guardabas en la cartera.
Tu explicación naif, ese concepto del mundo sin mí, “y…el mundo —me decías— el mundo es muy chico para la cantidad de almas que habitan en el… es… como cuando entras al bar, pedís un vaso de vodka y el tipo te mira mal… o al menos yo lo siento así, me defraudaron los bares de Junín, será por eso que me vine a la ciudad, quizás…”

Y siempre igual, buscándote en cada madrugada, desafiando mi debilidad a la luna, al empedrado mojado, tratando de verte ahí, en ese bar, en esa esquina solitaria.
Cuando recobre valor, y mi vida sea nuevamente mi vida, sin impurezas, te cambiaré el vodka por el café.

Seguir Leyendo...

Parte 4 - Final
"Tu belleza es como un resplandor"

En cinco horas más, ya estaremos llegando. Lucas está dormido como un bebe, yo en realidad lo quiero, siempre me costo tener una relación estable, porque yo sé como soy, no soy un hipócrita, soy muy exigente conmigo y con los otros. Yo necesito comprobar que cada cosa este en su lugar, que todo funcione bien, que nadie me rompa las pelotas. Porque mi carácter es así, no sé si todos los putos son así, pero yo soy así.
A Lucas lo conocí gracias a Luis, él me dijo que tenía un amigo para presentarme que era bueno, que por ahí de entrada me iba a caer mal, pero que en el fondo era una excelente persona.
No sé si es amor puro, dudo mucho que realmente me vuelva a enamorar, pero lo quiero mucho a Lucas, ya hace unos cuantos meses que lo conozco, yo sé que es una persona especial, que es por así decirlo, un despistado, un boludo.

Se hace querer muy rápido, bueno, demasiado rápido porque al segundo día de conocerlo ya estábamos encamados, mirando los Simpson, y él fumándose un cigarro, cosa que detesto que fume en la habitación, pero todavía no se lo dije, porque me da cosa estar siempre encima, siempre retándolo como si fuese la madre. Es que lo quiero tanto, que a veces me cuesta controlarme, y él me dice que se está encariñando conmigo, que lo que más le gusta de mí, es que lo cuido, que siempre lo llamo para ver como esta y eso. Entonces me es difícil ponerme un punto, o decir, hasta acá. No es raro, pero muchas veces después de retarlo no puedo contener esas ganas de besarlo, y ver su cara de sorpresa y es una alegría que me llena el corazón. Es mi cable a tierra. Por eso le dije de venir a España, para que tengamos libertad, para que podamos besarnos, tocarnos el culo, caminar de la mano y gritar que somos putos sin problemas, sin que nadie nos mire mal.
A pesar de que en España son un poco más conservadores, lo saben disimular, no te muestran una cara de tengo ganas de vomitar como en Argentina. No son tan altaneros. Y además, mi sueño era ir a España.

—Luqui, ya estamos por llegar, falta poco…
—Bueno, ¿me tapas?
—Dale —Agarre una frazadita azul que me había traído la azafata hace un rato, y a pesar de que tiene el mismo grosor de un pañuelo descartable abriga bastante, y lo tape.
—Gracias —Me sonrió y cerró los ojitos.
—De nada —M-e l-o c-o-m-o. Ven lo que les digo, es un amor.

Escasean putos así, y yo digo puto, no digo gay, por que gay es como si fuésemos marcianos. Somos putos, nos gustan los hombres, no somos gays que nos gustan los gays, como si tuviéramos una etiqueta que dice “Gay” pegada en la remera. No, somos putos. Personas normales, cagamos, comemos y dormimos, y cogemos igual que todo ser vivo. Somos hombres con pelotas que si hay que cagarse a trompadas lo vamos hacer, y si hay que amar, también lo vamos hacer. Porque somos personas, no gays.

—Lucas, Lucas, ya estamos por aterrizar, creo que eso es el aeropuerto
—Bueno

El aterrizaje fue más tranquilo. Se movió un poco, ya que siempre se sacuden en los aterrizajes, algún que otro escandaloso insulto, pero fue peor el despegue.
Por fin me saque ese cinto de mierda que es más incomodo que los pendejos que estaban sentados adelante.
Antes de bajar fui al baño, por que del cagazo que tenía no había ido, me explotaba la vejiga.
Salgo del baño, Lucas estaba en el pasillo con el bolsito esperándome como un caballero. Y al dar los primeros pasos, escucho una voz femenina que me llamaba;

—Señor, señor…
—¿Sí?
—Acá le conseguí el agua
—¿Qué marca es señorita?
—Villa del Sur
—No, cuando tomo Villa del Sur, me provoca mucha acidez. —Respondí esa incoherencia y seguí caminando.
—Sos puto cuando querés —me dijo Lucas, mientras se reía y le sonaba el celular.
—Seguro que ese celular no lo apagaste en todo el viaje, vos sos más puto que yo.
—¿Cómo sabías? Te quiero tonto.
—Yo también, hermoso —le di un bezazo de película. Estaba pleno.



Parte 1 - Parte 2 - Parte 3 - Parte 4 - Final

Seguir Leyendo...

Parte 3
"Será un melodrama vulgar"

—Ey… —escucho que me llama Lucas, seguido de un leve golpe en el hombro.
—¿Qué?
—Voy por el level 0…
—¡Qué bueno! Ya lo das vuelta.
—No, el level 0 es como un nivel infinito que las piezas te bajan a los ganchos, mirá, mirá como juego, apenas las ves, es muy difícil, acá es cuando realmente la cabeza te empieza a funcionar, donde desarrollas la inteligencia, porque este juego es para eso, para desarrollar partes del cerebro que por X motivo no se desarrollan solas, a no ser que reciban un estímulo, una…
—Dios, ¿Sos neurólogo?
—Listo, no te hablo más.
—Bueno, gracias. Yo voy a dormir.

Dormir, lo que se dice dormir, es imposible. Estoy tranquilo, porque no es que solo no puedo dormir arriba de un avión, sino que me cuesta dormir hasta cuando me llevan en auto, prefiero convertirme en zombi a dormirme en algo que tenga movilidad. Es una cuestión mía, la de saber que si estoy dormido estaría indefenso y no podría hacer nada, cosa que si estaría despierto tampoco podría hacer nada, pero es más fuerte que yo, solamente cierro los ojos y descanso un poco la vista, me relajo.

—SOY EL QUE NUNCA APRENDIÓ DESDE QUE NACIÓ COMO DEBE VIVIRRRRR EL HUMANOOOOO LLEGUEEEEE TARDE AL SISTEMA, YEAHHH…

Simplemente abro un ojo para confirmar que es Lucas. Sí, trajo el mp3. Lo golpeo, gesticulo que se saque los auriculares y delicadamente le digo:

—Luqui, ¿da para que escuches música vos solo?

Se saca el auricular derecho;

—¿Qué?
—¿Si da para que escuches música vos solo?
—Uy perdóname, ¿está muy fuerte?
—No, estás cantando
—Ah, es que viste que yo NO ME ESCUCHO

Tiro del cable y le saco el otro auricular.

—Seguís gritando Lucas, yo te quiero, pero no me vuelvas loco, intento dormir, nos quedan unas cuantas horas.
—Ok, perdóname
—Todo bien

Voy a pedirle un agua porque ya es insostenible que a cada rato me pregunte si necesito algo.

—Hola, sí, quiero algo, ¿serías tan amable de darme un agua mineral?
—Sí, como no ¿Con gas o sin gas?
—Con gas, por favor
—Alguna marca en especial, tenemos; Villa del sur, Villavice…
—Cualquiera
—Bueno, entonces la elijo yo —Me hace sonrisita falsa
—Dale, a ver si aprendiste algo en el curso de elección de agua mineral —Sonrió, también falsamente para devolverle el cumplido.
—Me va a tener que disculpar, agua con gas no tengo acá, tendría que ir al compartimento. Enseguida se la traigo, caballero.
—Bueno dame un agua sin gas, no te preocupes, no quiero causarte ninguna molestia.
—Señor, la molestia me la causa si no me deja ir hasta el compartimento a traerle un agua con gas, como usted solicito
—Señorita, solo quiero un poco de agua, la que tenga a mano
—Señor, a ver si nos entendemos, su deseo real es un agua con gas, y aquí complacemos a todos nuestros pasajeros, además, esa señora que esta parada en el fondo, justo al lado del parlante, es mi jefa, ruego que la mire disimuladamente, sonría y gesticule “un gracias” porque sino, me van a despedir, hoy es mi primer día, y no puedo pasar más de cinco minutos hablando con un pasajero
—Gracias, espero el agua con gas



Parte 1 - Parte 2 - Parte 3 - Parte 4 - Final

Seguir Leyendo...

Parte 2
"Estoy tan cansado que no tengo fuerzas para discutir"

Podría haber viajado con Luis, pero no tenia la plata, quizás porque no trabaja.
Con Lucas apenas nos estábamos conociendo, pero él tiene muchísima plata, es más, le dije de ir a España hace un par de meses atrás y me dijo que venía, ósea el tipo me afirmo que venía, le dije dos o tres veces que era a Europa, que no era a San Telmo, me respondió que me quedara tranquilo.

Ya en vuelo, paso lo peor, el despegue, esos minutos de mierda que hace que el avión se sacuda para todos lados me genero una sensación de que el piloto falto a la clase de despegue y no tiene la más mínima idea de cómo se maneja este avión. Yo pensé que nos hacíamos mierda, como se hicieron pelota los de Lapa hace un tiempo atrás.

—Que copado ¿Cuándo aterricemos será igual? —dice Lucas sonriente como si le causara satisfacción
—Ojalá que no, si quisiera joditas así, me iba al Parque de la Costa.
—Che ¿qué te pasa?, estás nervioso, disfruta el viaje
—Como queres que no este nervioso, primero, vos con ese celular de mierda…
—Ya lo apagué
—...después este despegue horroroso…
—Son así
—…y ahora falta que se pare un pelotudo de estos y diga que son terroristas y listo. Voy, le paso la pija por la boca al piloto, le pego una patada al vidrio, y me tiro por la cabina al vacío.

Silencio.

—Ahora que estamos acá… —empieza Lucas, mientras yo, miro fijo a la nada por la ventana —Ey, no te vas a dormir eh, mira que sino el viaje se te va hacer larguísimo. Mira lo que traje —abre la mochilita, y saca un tetris.
—¿Vos querés que yo salga mogólico de este avión, que me divierta con un Tetris todo el viaje?
—Bueno, loco, lo traje así armábamos un torneíto por puntos
—¿Un torneíto? Somos dos y vos queres jugar un torneíto de Tetris, no hay juego más idiota que el tetris. Un juego que lo inventó algún pajero que aprendía a programar, seguramente, porque en esa época no había Internet. Y claro, para una manga de mediocres fue el primer juego y los marco a fuego, entonces, defienden y admiran y dicen que se divierten jugando al Tetris. Vamos hacer una cosa, ganaste el torneo, no pienso jugar a ese juego para nerds, pelotuditos retros.
—Listo, pero después no me vengas con déjame un partidito...
—No, no voy a pedirte ese juego mugroso

¿Qué cosas se pueden hacer arriba de un avión?
Nada. Absolutamente nada, es aun peor que estar preso en Olmos, al menos ahí te rompen el culo. Acá nada de nada.
Comer, chupar, comer, chupar, comer, chupar, harto me tiene la pelotuda esa que no deja de ofrecerme cosas, señor quiere una almohada, señor quiere algo para beber, señor, señor, ¡Quiero que me dejes en paz, conchuda!
Sabes que pasa, que si esto explota, nos morimos, de toque nos morimos. Nos desintegramos, como el de Francia, que se hicieron mierda y no saben a donde carajos fueron a parar, es más, creo que todavía los están buscando.
Viajar en avión y con Lucas es un sacrificio enorme, algo que realmente si antes lo hubiera imaginado, no lo hacia.



Parte 1 - Parte 2 - Parte 3 - Parte 4 - Final

Seguir Leyendo...

Parte 1
"Intento reír"

Está lloviendo. Odio la lluvia, me pone nervioso, me pone histérico (aún más), me pone requeté pelotudo y necesito comer. Necesito mate bien caliente, música. Odio los truenos, porque me hacen cagar todo, siempre fantaseo que un rayo me va a caer en la habitación y obviamente me va a desintegrar.
Solo una vez tuve un cagazo gigante, enorme, mi primer viaje en avión. Después, ya sabía como era la historia, los otros fueron más tranquilos.
Nunca viajen en avión si realmente tienen miedo. Puede ser una experiencia totalmente traumática y créanme que sacara lo peor de ustedes al instante.

Y ahí estábamos con Lucas, era chico tendría unos 23 años (que placer decir que sos chico cuando tenés más de 30), nada de primera clase, no, bien pobres.
Nos sentamos juntos, yo del lado de la ventanilla, la azafata rogándonos a todos que apaguen los celulares, que se abrochen los cinturones, y por si eso fuera poco, parecía que rezaba cuando te hablaba por el aparatito ese que es tipo un microfonito.
Alcanzó a decir “Les deseamos un buen viaje, y gracias por volar…” que Lucas, sin dejarme escuchar el final de su monologo lo interrumpió diciendo;

—Nos matamos man
—Cállate idiota
—Nos matamos man, nosmatamos
—Lucas, tranquilo
—Man, te juro que nos vamos hacer mierda, esto ya lo soñé, vos del lado de la ventana y yo acá
—Lucas, la puta que te parió, sabes que no me gustan este tipo de chistes
—Bueno, que mala onda, así se nos va hacer largo el viaje

¿Es pelotudo? Sí, muy. Pero queremos conocer España, es como un sueño de chicos, o al menos mío. Ahorre todo un año para poder ir, todo un año.
Como es costumbre en él, no apago el celular.

—Lucas, el celu
—Sisisisi es un mensaje
—Lucas, si la mina dijo que lo apagues es porque debe ser grave
—Si no escribo este mensaje prefiero morir por una interferencia de mierda
—Ok, mirá, te voy a ser sincero, este viaje, me costo mucho, pero mucho, yo no sé si a vos realmente te interesa hacerlo, pero a mí sí…
—Ey, ¡ya estamos despegando!
—Sí, creo que sí

Todo este pájaro metálico comenzaba a moverse, porque seria muy extraño que todo se moviera menos el avión. Allá íbamos, España; Barcelona, Madrid, Ibiza tierra de españoles contaminadas por el cáncer de la sociedad Argentina. Que belleza.

—Che pero anda el celular, yo pensé que no andaba.
—Ojalá te explote la batería en la mano, que un vidrio de la pantalla se te incrusté en el ojo, por mogólico nomás.
—El último que mando, posta
—Oka



Parte 1 - Parte 2 - Parte 3 - Parte 4 - Final

Seguir Leyendo...


Invitame un café en cafecito.app



Copyright 2005-2020


Invitame un café en cafecito.app


Autor | Secciones | Contacto