—Yo te hablo de una inmortalidad diferente ¿Me entendes?
—Sí, de esas noches interminables, che, no te me pongas melancólico
—Claro, algo así, viste que cuando estás tirado en el pasto, panza pa’ arriba ves el cielo y las nubes pasan a los palos. Pero el tiempo no, el tiempo no pasa, solo se mueven las nubes. Es como que todo está congelado menos el cielo, y de pronto, paf, te preguntas ¿Qué es lo que pasa acá? Y es inútil, porque nadie te responde, a eso me refiero yo con la inmortalidad.
—A la inmortalidad de las cosas, de las escenas, poner una pausa.
—Sí, algo así, que sé yo…
—Como en los tangos…
—Claro, igual, así de fuerte, mírame el brazo, mira como se me erizan los pelos, dios santo, me llenan de emoción estas cosas, me dan unas ganas de llorar
—Y llora si tenes ganas, yo lloro casi siempre, soy muy sensible, veo una vieja con su nieto y lloro como un bebe
—Es que vos comprendes de lo que te hablo
—No sé si realmente comprendo lo mismo que vos decís, pero algo entiendo, vos sabes, el otro día, estábamos acostados con la negra, y me pregunto que pensaba hacer con ella.
—¿Y que le respondiste?
—Que no sabia, viejo, es una pregunta algo compleja, me pone en un aprieto, me da una responsabilidad enorme, y vos sabes bien que yo me rajo de esas cosas, a mí no me gustan las responsabilidades, además, como si yo pudiera decidir sobre su vida, le intente explicar que yo no soy nadie, ni nada, solo una persona situada en un tiempo y espacio que comparto con ella, pero que todo en la vida pasa, me parece que no me entendió, cuando me levante para ir al baño, escuchaba como sollozaba ahí tirada en la cama, y me partió el alma. Se me cerro el pecho, no sé si no me bajo la presión, pero sentía como que tenia una bolsa de cemento en el pecho, me daba mucha vergüenza salir del baño, porque no quise joderla, pero pensamos diferente.
—Todos

—Sí, lo sé, todos pensamos diferente, pero la negra es buena, me entendes, más de una vez pensé en dejarla, bah, en alejarme yo, porque por ahí le estoy haciendo perder el tiempo, por ahí ella encuentra un tipo que le de más que yo, que de seguro debe haber.
—Pasa que tipos como vos es difícil de ubicar, porque vos siempre das a la misma intensidad, no sos de esos que se la juegan de entrada y después bajan la calidad, vos sos siempre el mismo tipo.
—Ya se, pero la negrita es muy gaucha, yo no se que hacer la verdad.
—Y bueno mi viejo, que se le va hacer, es complicado pensar por el otro, actuar por el otro.
—¿Vos, que onda?
—¿Me veo mal?
—No, para nada, pero ¿estas solari o andas en la búsqueda?
—Para serte sincero, así como estoy ando bien, que se yo… viste como son las mujeres, uno con el tiempo va perdiendo el entusiasmo de encontrar otro ser inmortal, se va cansando, y cuando te querés acordar, te cae la ficha y decís ¿Otra vez la misma cantinela? Hablar, hablar, fingir amor, porque una mujer rara vez entiende que el amor se despierta de a poco, que no es cuestión de una hora, viste, ellas por ahí quieren que vos las ames de un día para el otro, no manejamos los mismos lenguajes ni los mismos tiempos.
—Te entiendo, con la negra me pasa algo así, estoy a la espera del clic
—Claro, pero anda a explicárselo, te saca matando, automáticamente piensa que andas con otra, que ya no la querés más, y mil mierdas más.
—Ponele la firma. Por eso te digo, hermano, así como estoy, estoy bien. Y si algún día se me aparece una mujer inmortal, ahí es diferente, porque te saca la ficha enseguida, y te deja tranquilo, a mí siempre me asfixiaron las minas…
—Yo a veces me hago mucha mala sangre, encima se que no lo hace con intención, le nace así, la negra es más buena.
—… igual son necesarias, pero más allá de la necesidad sexual, son necesarias porque son el complemento, yo en mis tiempos de soledad ando por las calles, observándolas, son un misterio, si vos supieras, y ahora con el telefonito, ya no se callan nada, pero a la hora de los bifes, las excusas se le caen de la boca, todavía no tienen la furia necesaria para aplastarnos, pero algún día lo van hacer, y cuando digo aplastarnos…
—Te referís a la fuerza de un huracán cuando destierra un árbol ¿No?
—Claro, a esa potencia inevitable que tiene la mujer para hacer girar el mundo
—La inmortalidad en su máximo esplendor.
—Oh, sí, esa inmortalidad…

Mirá lo que encontré.
Ya que nos quedamos sin ella. Les dejo este regalito y después cuenten que les pareció ese recital.

El amor es como un cigarrillo, se consume y se vuelve a empezar otro. El amor, nos mata, nos duele, nos ejecuta ciegamente, es una adicción, una perdición, morimos por un pedazo de amor.
Fumar es perjudicial para la salud, pero amar, o peor aun, amar sin ser amado, sin ser querido, es como morir sin haber vivido.
Algunos pocos (y están aislados, porque el verdadero amor, al igual que la valentía se contagia, y es la cura de todos los males, pero vos mira para otro lado y hace de cuenta que yo no te dije nada, pero sé que están separados de nosotros, porque ellos, no pueden convivir con nuestra irrealidad. Porque si dos realidades chocan, se viene el fin del mundo. Ellos, son considerados el veneno, y en verdad, son el antídoto), son los que dejan de lado esa mierda de buscar ser alguien sin importarle que suceda. Ese egocentrismo dañino, inútil, enfermizo. Es el humo en los ojos el que nos hace lagrimear, pero el humo es eso, humo. El fuego es lo que en verdad quema a la otra persona, nosotros solo tragamos el humo.
El amor es dar todo aquello valioso, es dar, sin importar que obtener a cambio. El amor verdadero, rara vez se dice.
Hoy, en una época en que el amor está más desvalorizado que el peso, todos dicen amar, cuando en realidad, ¿Quién ama de verdad?

El amor se convierte en deseo sexual rápidamente. En el amor y el sexo no existen diferencias.
La jura del amor eterno, el beso efímero, el polvo, el sexo caprichoso, el sexo cavernícola, la necesidad, el poco coraje para decir la verdad. Ese puto miedo de perderlo todo.
Y volver a encender otro cigarrillo, ya más viejo, ya más podrido, ya más… todo.
Acobardándonos en el pasado, ya nos dejaron, ya nos usaron, ya nos tiraron, ya mentimos, ya escapamos, ya fingimos, ya perdimos todo. Nos robaron todo, y cuando digo que ya nos dejaron, te incluyo a vos también, vos también hiciste todo eso que te hicieron, tal vez, sin darte cuenta, sin ser consciente, o simplemente optas por lo más fácil, hacerte bien el pelotudo, pero lo hiciste.
El amor, es una constante despedida hacia uno mismo. Un alejamiento en cuotas de nuestra verdadera esencia, esa pureza que solíamos tener cuando éramos felices. No significa que ahora seamos infelices, no, ahora estamos en el limbo, sabemos que algo somos, pero no sabemos que somos en realidad.
Nada nos queda, ni a mí, ni a vos, ni a él, ni a ella. Todos sufrimos en nombre del amor.
Y siempre hay que guardar esa última llama, esa última chispa del encendedor, el gas invisible, necesario, único e irrepetible para encender el último cigarrillo, quizás solo, quizás acompañado, pero hay que fumarlo en silencio, en honor al primer amor que fue secreto, recordando, como era amar de verdad, como era amar en silencio.
Como esperando la muerte salvadora que nos saque del infierno, del sufrimiento, el momento indicado para salir de un saque de toda la amnesia posible, para comenzar a pagar por todas esas culpas, por todas las mentiras de ese amor malgastado, de esa especie de amor, sintiendo en cada segundo el sufrimiento del otro, el dolor de la otra persona, la lágrima, la frustración, el mal uso.
Comprendiendo, por fin, en ese viaje eterno, el verdadero significado del amor.

Así es el titulo del post. Simple, escribis acá abajo la pregunta que quieras que te responda, y yo la responderé. Mientras vacacionamos un poco, boludeamos otro rato.
Podes leer todas las preguntas que me hicieron acá.
Animate a preguntarme eso que tanto querés saber.


EDITO: Hay preguntas realmente muy buenas, que seguramente voy armar un post, así también las guardo para mí, y lo comparto con ustedes.
Saludos y ya volvemos con un texto nuevo, disfrutemos un poco las vacaciones.

Abrazo. Espero que tengan un excelente año.

Le prometí a Fabián que iba a ser breve, la realidad, es que le prometí que no iba a escribir nada relacionado con navidad, ni con año nuevo, pero acá estoy, escribiéndoles a ustedes, para que tengan un 2010 sincero, por una buena vida real llena de salud, amor, plata no les deseo, por que esas cosas nunca se cumplen. Mucho menos trabajo.
Fabián me llama, ya esta la cena, yo prometí prender el fuego, poner la carne y luego cederle el mando a él.
Estamos los dos solos, somos del interior, él no pudo viajar a corrientes, y yo que podía, me quede para hacerle compañía a él.
Llega el momento de ir a cenar, luego el brindis, y a leer cuatro papelitos, que agarremos al azar, cada uno tiene una palabra.

Amor: Para los demás.
Paz: Para los demás.
Respeto: Para los demás.
Vida: Para los demás.

Ayer nos reíamos que nadie daba nada a cambio. Cuando en realidad, tendríamos que dar, sin esperar nada.
Lo mirare a los ojos en el brindis, y sin decirle nada, él sabrá todo.
Otro brindis más al cielo, que es lo único que nos une con nuestras familias.
Medio Alplax y vamos a regatearle a la muerte otro año más.