Te Cortaría en Mil Pedazos : relatos, historias propias. Resucitandote en cada historia. | Weblog de Cristian Sena

—Me drogaba, mucho me drogaba. Con todo, con kt, con coca, con pastillas, llegue a tener un frasco con popper en la mesa de luz cuál vaso de agua.

Así se presentó Delfina, así comenzó nuestra charla, que antes parecía una cita.
Yo vi varios tics, movimientos rápidos de las manos, esto lo recuerdo por el ruido que hacían los anillos y las pulseras de metal, tipo argollas y un reloj de facha porque esos números eran imposibles de ver. De muchos gestos y miradas al aire. Tenía eso de que no te miran a los ojos cuando te hablan, pero cuando conectaba me ponía nervioso y costaba sostenerle la mirada porque me perdía en esos ojos miel, avellana, medio tigre. Encantadora.

—Igual ya no lo hago más, solo porrito para bajar, para calmar, esas cosas eran de chica —dijo

¿Hasta qué edad uno deja de ser chico?

—Mis viejos me odiaron, ahora creo que ya no, al menos un par de días puedo convivir.

Me contó del padre y de la madre. El padre fumaba, mucho fumaba, mañana, mediodía, tarde y noche. Ella ahora vive en un departamento, pero a veces lo recuerda al padre, a veces siente olor a cigarrillo y no sabe de donde viene, porque nadie fuma ahí.
Me gusto de lejos y de cerca, la ropa, la caminata, soy pésimo para las citas, no entiendo mucho como funcionan, pero me gusta y me entretiene. Yo después le escribí un par de veces al estilo «un día tenemos que ir a…» y nunca un «Dale, me copa, tengo ganas, además está lindo el día, ¿no?»
Nunca más volví a escribirle de esa forma. No hay que forzar las relaciones o situaciones.
Yo creo que tiene buenas tetas, pero como usa las remeras tres talles más es complicado. Le gustan las plantas, los gatos y la IPA.
Me gustan las mujeres que tienen como una especie de poder o un exceso de hospitalidad, como que saben que te falta o que necesitas, nosotros somos torpes, te ayudamos cuando vemos que no podes, ellas lo perciben antes, no sé si me explico sin quedar como un pelotudo.
Esa tarde que ya devenía en noche fuimos para el parque, tomamos una birra bien fresquita y de la nada me dijo:

—Que raro que no subiste esto a instagram

Y le expliqué que no subo todo, generalmente nunca uso el celular en una charla si realmente la estoy pasando bien.

—Era un chiste, no paras de hablar, todo tenes explicar —se rio
—Sí, estoy nervioso, en este momento es hablar o un ataque de ansiedad —exageré un poco y volvió a sonreír
—No pasa nada, me gusta, me parece tierno

Y todo quedo ahí, está bueno sentir que conoces a alguien hace mucho y en realidad jamás la habías visto a esa persona. Ella después de la segunda IPA me confesó que también era malísima para las citas y que a veces no las diferencia. Le creí.
Hoy por la mañana, después de varios meses sin hablarnos, recibí un mensaje de ella:

—Anoche soñé con vos, está lindo el día, ¿no?

0 Comentarios:

DEJAR UN COMENTARIO




Invitame un café en cafecito.app



Copyright 2005-2020


Invitame un café en cafecito.app


Autor | Secciones | Contacto